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08/04/2023

A PIE ante las elecciones locales y autonómicas de 2023

La Asociación A PIE lanza seis denuncias y nueve deseos para las próximas elecciones locales y autonómicas

Calle segura ciudad 30 DGT
Mejora de la seguridad y comodidad peatonal en un cruce. Fuente: Ciudades 30. Calles seguras. DGT

Desde 1999, cada cuatro años, la asociación de viandantes A PIE ha seguido el ritual de proponer programas positivos para el cambio en la ciudad de Madrid, para la mejora de las condiciones de las personas que caminan y están en el espacio público.

Desafortunadamente, las propuestas de esos programas, incluso recibiendo la bendición general de los partidos políticos y candidatos, no lleguen a buen puerto convocatoria tras convocatoria.

Pero este año planteamos, por un lado, media docena de cosas que no queremos y que, si desaparecen de nuestro escenario urbano, significarán que el discurso habrá dado paso, por fin, al cambio.

  1. Ni una obra más que mantenga las calles sin cumplir las condiciones que exige la legislación de accesibilidad.
  2. Ni un metro lineal más de vallas antipeatonales; esa insidiosa manera de encauzar al peatón en los cruces a través de itinerarios que le desvían de su trayectoria natural en aras de la velocidad o la capacidad de paso de vehículos.
  3. Ni un euro más para “mejoras” peatonales en el centro; mejoras que, a falta de una política urbanística de fondo, se convierten en nuevas herramientas de desequilibrio, turistificación y expulsión de la población residente.
  4. Ni un minuto más permitiendo que las motos aparquen en las aceras; y, por tanto, tengan justificación para circular por el espacio peatonal.
  5. Ni un metro cuadrado más de urbanismo especulativo; que genere ciudad fuera de la escala humana y peatonal.
  6. Ni un microgramo más de contaminantes por encima de los niveles reconocidos como saludables por la Organización Mundial de la Salud.

Y, por otro lado, planteamos nueve propuestas constructivas que se describen a continuación.

Peatones primero. Pasen de las declaraciones a la práctica

Poner al peatón en la cúspide de la jerarquía de la movilidad, como hacen las instituciones de un modo generalizado, tiene que pasar de ser una declaración a ser un mandato traducido a inversiones y cambios en la manera de diseñar y gestionar las vías y el espacio público; de garantizar que la ciudad puede recorrerse a pie y ofrece los servicios y necesidades a distancias caminables.

Jerarquía de la movilidad. Fuente: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana

La acera es peatonal. Saquen a los vehículos de las aceras

Las aceras de las ciudades madrileñas siguen ocupadas por vehículos. En unas pocas ciudades gracias a una regulación permisiva y en otras gracias a una falta de disciplina.

Hace diez años, numerosas organizaciones peatonales, ecologistas, ciclistas, ciudadanas, sindicales y de víctimas de los siniestros de tráfico firmamos el manifiesto LA ACERA ES PEATONAL (https://www.andando.red/?page_id=75) en el que decíamos:

Las aceras de nuestras calles son espacios públicos esenciales para la vida urbana. Son lugares en los que nos comunicamos, conversamos, intercambiamos, jugamos, corremos, caminamos o, simplemente, estamos de pie o sentados.

Las aceras no son canales de circulación de vehículos. El tránsito de vehículos rompe la complejidad y el carácter que tienen, es decir, la forma en la que estamos y nos comportamos en ellas.

La circulación de vehículos por las aceras es especialmente negativa para los grupos más vulnerables de la sociedad; para los niños y niñas, las personas mayores o las personas con diversidad funcional. El sentimiento de confianza se torna en percepción de riesgo o incomodidad.

Coordinadora de Asociaciones Peatonales ANDANDO

Esas palabras siguen siendo válidas; siguen irrumpiendo en nuestras aceras para circular o aparcar todo tipo de vehículos patinetes, bicicletas, motos y automóviles. Sáquenlos mediante la persuasión y, en su caso, los cambios normativos que sean necesarios.

Calles accesibles. Cumplan la legislación de accesibilidad

En 2019 todas las calles de las ciudades españolas tenían que haber cumplido la legislación de accesibilidad y, por tanto, contar con itinerarios accesibles, adecuados a todas las personas. Cuatro años más tarde no existe una sola ciudad madrileña que cumpla con esa norma: aceras demasiado estrechas, aceras ocupadas por vehículos, obstáculos o terrazas, falta de cruces peatonales, tiempos de verde semafóricos demasiado cortos, etc.

Dimensiones mínimas de una acera según la legislación de accesibilidad. Fuente: Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana

Calles respirables. Apliquen Zonas de Bajas Emisiones

Antes del final del año 2022 centenar y medio de ciudades españolas, las que tienen una población superior a 50.000 habitantes, estaban obligadas por la Ley 7/2021 de cambio climático a tener implantadas Zonas de Bajas Emisiones, es decir, zonas en las que no solo tiene que restringirse el acceso de vehículos contaminantes, sino en las que además tienen que aplicarse medidas de reducción del uso del automóvil y mejoras del transporte público, la bicicleta y el caminar.

Sin embargo, no llegan a una decena las ciudades han cumplido ese mandato legal en este inicio de 2023, permitiendo niveles de contaminación del aire, de ruido y de emisiones de gases de efecto invernadero que desprecian la salud de la población y la salud del planeta.

Como señala Ecologistas en Acción en su Informe de calidad del aire de 2021, en los últimos años, la práctica totalidad de la población española viene respirando aire contaminado, que incumple los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente y la OMS sobre la repercusión sanitaria de la contaminación atmosférica indican que, en España, las víctimas mortales de la contaminación fueron ese año hasta 30.000, 23.300 por partículas PM2,5, 6.250 por NO2 y 1.820 por ozono.

No es admisible que sigamos respirando aire contaminado y deteriorando nuestra salud por el incumplimiento también en este caso de la legislación y la desidia de muchos gobiernos locales.

Calles para la convivencia. Pongan las terrazas en su sitio y en su horario

Las calles son espacios en los que se deben conjugar intereses y funciones variados en un delicado equilibrio. Por eso, cuando se producen abusos se rompe la convivencia y se generan inequidades y agravios. Este es el caso en la mayor parte de nuestras ciudades con la proliferación de terrazas y la falta de disciplina en la vigilancia de las normas.

Como decíamos durante la pandemia, las terrazas son bienvenidas si evitan las situaciones siguientes:

  • Terrazas en calles sin itinerario peatonal accesible y, por tanto, que no cumplen las anchuras mínimas de paso peatonal establecidas en la legislación de accesibilidad.
  • Falsas terrazas”, techadas y con más de dos cierres laterales, constituyendo auténticas construcciones de gran impacto y ocupación, que generan muros o barreras visuales del espacio público, algo que ya se producía anteriormente pero que ahora se ha multiplicado.
  • Terrazas que provocan inseguridad vial, taponando por ejemplo la visibilidad de los pasos peatonales colindantes.
  • Terrazas-bodrio, es decir de mala calidad, mal hechas con materiales inapropiados, que no prestan atención al arbolado, mobiliario urbano o drenaje y, no tienen en cuenta el paisaje urbano.
  • Terrazas que desbordan los límites que les han concedido y se expanden con diferentes trucos en la banda peatonal que debería estar libre de paso.
  • Terrazas que ocupan permanentemente el espacio público, privatizando desde jardines y parques hasta plazas y aceras, bien con clientes, bien con las sillas y mesas vacías el resto del día y de la noche.
  • Terrazas con horarios prolongados hasta bien entrada la noche en cualquier periodo del año; sobrepasan el horario establecido y ponen en cuestión el descanso vecinal.
  • Terrazas que calientan el aire, en contradicción con las necesidades de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Y concentración de terrazas. Auténticas “calles terraza” o “plazas terraza”, que provocan una especialización inaceptable del entorno urbano y un impacto social y ambiental muy elevados.

No es admisible que las terrazas sean otro agravio para el espacio peatonal y para el descanso vecinal.

Calles seguras. Reduzcan la velocidad de los vehículos

En 2021 entró en vigor la reforma del Reglamento General de Circulación que determina nuevos límites de velocidad urbanos y, en particular, 30 km por hora en calles de un único carril por sentido.

Artículo 50. Límites de velocidad en vías urbanas y travesías.

1. El límite genérico de velocidad en vías urbanas será de:

a) 20 km/h en vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera.

b) 30 km/h en vías de un único carril por sentido de circulación.

c) 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación

Se estima que al menos tres cuartas partes de las calles de nuestras ciudades deben tener su velocidad por debajo de los 30 km por hora. Pero, desafortunadamente, también en este caso, la normativa está lejos de cumplirse y los resultados siguen siendo dramáticos: en 2022 murieron más de 300 peatones y resultaron heridos graves cerca de 1.400.

Peatones fallecidos en 2021. Fuente: Las principales cifras de la siniestralidad. DGT

Los gobiernos locales deben situar la siniestralidad en su agenda política, modificando las calles para evitar que su diseño o gestión estimule velocidades elevadas y el incumplimiento de la normativa. Y estableciendo un programa de explicación y disciplina de esas velocidades más seguras: los 20 km/h para calles sin diferencia de acera y calzada y de 30 km/h para las que tienen un solo carril por sentido.

Calles adaptadas al cambio climático. Naturalicen y arboricen la ciudad

Caminar en nuestras calles no solo tiene que ser una manera segura y saludable de desplazarse, sino también agradable y placentera, para lo cual es fundamental que sean atractivas desde el punto de vista paisajístico y climático.

Sustituir asfalto de calzadas y plazas de estacionamiento por árboles y espacios naturalizados es no solo una contribución fundamental a la adaptación al cambio climático, sino una manera de mejorar la caminabilidad urbana, favoreciendo el derecho a caminar que muchos Ayuntamientos han declarado, firmando la Carta Europea de los Derechos del Peatón u otros documentos que también proclaman la primacía peatonal en la movilidad y el espacio público.

Fuente: Liga Peatonal (México)

Calles para estar y vivir. Pongan bancos y fuentes

La aplicación de esos derechos peatonales supone interpretar que caminar no es solo una manera de desplazarse, sino también una forma de estar en el espacio público y generar encuentros y convivencia.

Las calles no son solo para circular, sino también para jugar, comunicarse y tejer relaciones sociales. Y, además, para toda la población, con independencia de su condición física, cognitiva, sexo o edad.

En ese sentido, aunque parezca una parte mínima de los problemas peatonales que acumulan las ciudades españolas, reclamamos bancos y fuentes para beber generosamente distribuidas en nuestras calles. Reclamamos el derecho a sentarse y pararse en el espacio público, algo no solo imprescindible para las personas mayores, sino un requisito de calidad urbana. Y reclamamos poder refrescarse y beber agua de fuentes públicas.

Imagen de la campaña de la asociación de viandantes A PIE reclamando fuentes para beber

Calles equilibradas. Cambien calzada por acera y cruces peatonales

Todas esas mejoras propuestas más arriba se pueden obtener si cambiamos nuestras calles, dominadas por el espacio de circulación y aparcamiento de vehículos motorizados. Necesitamos calles con más amplitud de aceras, más árboles, más lugares de juego y estancia y, para ello, hay que reducir las calzadas y sacar bienes privados (vehículos) del espacio público.

En los cruces, allí donde se juega muchas veces la seguridad y la comodidad al caminar, necesitamos que haya posibilidades de cruzar caminando en todas las direcciones, ampliando y garantizando la prioridad peatonal y que no haya vehículos aparcados en su proximidad para favorecer esas opciones.

En definitiva, reclamamos una manera de pensar y gestionar la ciudad con la caminabilidad en el centro, aplicando las normas de las que nos hemos dotado como sociedad y cumpliendo los compromisos de salud, seguridad y calidad ambiental que, es de esperar, van a formar parte de la próxima campaña electoral.

2 Comments on “A PIE ante las elecciones locales y autonómicas de 2023

juliana garcia
09/04/2023 at 12:07 pm

Estupendas propuestas

Gracias por todo vuestro trabajo

Salud y abrazos

Responder
juliana garcia
09/04/2023 at 4:28 pm

Buenas tardes. Gracias por la información y por el trabajo que hacéis

Salud

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